Mi mejor proyecto es mi peor proyecto

Tener un hijo es el mejor proyecto en el que me he embarcado. Y el peor. Y ahora que ha nacido #número2 (a la espera de pseudónimo oficial), esta sensación crece.

¿Por qué mi peor proyecto? Porque me siento insegura. No sé si tengo las herramientas necesarias. Ni si las que tengo van a funcionar. A ratos, (muchos) creo que lo estoy haciendo como el culo, pero tampoco sé hacerlo mejor. 
Algunas veces (menos) pienso que lo estoy haciendo muy bien y entonces, el hijo en cuestión hace alguna fechoría, levanto en exceso la voz y me voy a hacer puñetas con mi optimismo. 
Frustración es un acompañante habitual del "proyecto maternidad". ..

¿Y por qué es tan frustrante? Pues por muchos motivos, pero en mi caso particular porque yo soy una habitual gestora de proyectos en el trabajo. Vamos, que me dedico a ello. 
Estoy habituada a coger proyectos, verlos en su totalidad, calcular recursos y tiempos, repartirlos, definir responsabilidades, hacer un retroplanning y comenzar a trabajar, por lo general con buenos resultados y sorteando los problemas sin grandes dificultades. 
Todo estupendo. Creo que pensaba que esto me iba a ser super útil cuando fuera madre. 

Gestora de proyectos, optimista y madre gilipollas. Para servirles. 

Comentarios