Vacaciones. Temporada 1. La salida

 
Julio 2017. Con más o menos visicitudes, #miMochuelo, #Morretes, #LaChuchina y yo conseguimos estar listos para irnos de vacaciones. Según el plan establecido, hora prevista de salida: 9 de la mañana a más tardar.  Son las 11... Bueno, paz y amor que estamos de vacaciones.
Salgo al rellano con carrito y #LaChuchina y comienzan a desencadenarse "Los Hechos" que paso a describir:
Llega el ascensor, se abren las puertas.
Entra LaChuchina.
Se cierra la puerta del ascensor.
Le doy al botón para abrirlo.
No se abre.
Le doy frenéticamente al botón de apertura.
Sigue sin abrirse.
El ascensor se va. Para abajo para más datos (vivo en el último piso). Y con LaChuchina dentro.
Y yo, de pestaña parada, reacciono entre poco y nada.
miMochuelo, mucho más reactivo al parecer y más consciente de que en ese momento hay un cruce de pitbull navegando solo por los pisos de nuestro bloque, sale pitando por las escaleras; horizonte máximo: 10 pisos.
En un alarde de practicidad, yo sigo llamando frenéticamente al ascensor.
Morretes me mira. Creo recordar que se ríe pero no es un dato contrastado y además Morretes se ríe el 90% del tiempo.
Un minuto después,  se abre el ascensor que queda a mi espalda, repito, dato importante, no al que yo llamaba frenéticamente sino el de mi espalda, y una china silenciosa (creo que la del quinto, pero podría ser otra o su hermana o su prima...), me hace entrega de LaChuchina. 
Flipo, digo gracias, ella asiente silenciosa (creo que no habla castellano), y se marcha. 
Sigo flipando y asomo la cabeza por la escalera para vocearle a miMochuelo que deje de bajar escaleras y llamar al ascensor en todos los pisos.
...
Saldremos de Madrid. Lo juro.
...
Algunas noches aún me desvelo preguntándome cuál fue la secuencia en la que, mientras mi marido corría los 100 metros escalera, mi perra viajó al quinto piso, se bajó del ascensor, confraternizó con una vecina china, se cambió de ascensor y volvió a subir al octavo.
En fin.

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