Vacaciones. Temporada 2. El señor que se quedó

Tras las dificultades encontradas para salir de vacaciones, se desarrollaron unos días bastante tranquilos en destino playa.  Nada muy exótico ni excéntrico más allá de un intento de suicidio perruno.
 
Como todo iba tan bien y a #miMochuelo y a mí nos gusta el riesgo, a las primeras vacaciones con un bebé motora decidimos sumarle un #Sobrinode8años.  Encantador, fácil de llevar,  pero con cierta tendencia al drama. Vamos, encaja como un guante en mi familia.

Estando inmersos en nuestro remanso de paz, ayer, el señor de enfrente (unos 75 años, más bien ancho de huesos, oséase, gordo) se desmaya sin avisar y se cae al suelo. #miMochuelo, que ya expliqué cuando le presenté que es lo más dispuesto que te puedas echar a la cara, le levanta, llamamos al 112 y me pide que me vaya a la puerta de la urba para indicar a los médicos a qué casa ir.
 
Allá me voy, a la mitad de una carretera comarcal en bikini, descalza, con un bebé de 10 kilos en brazos (#morretes en concreto), y #sobrinode8años pegado a mí y con los ojos de pestaña parada. Sobrino que por cierto no para de pedir los pormenores médicos de los desmayos (principalmente qué son, qué producen,  por qué ocurren y tipología y origen básico).
 
Cuando estamos esperando la ambulancia, aparece #miMochuelo corriendo en bañador y gritando "¡que se ha quedado!". No sé, creo que iba a buscar la ambulancia él mismo. No me da tiempo a analizarlo porque salgo disparada hacia casa, bebé en brazos y sobrino detrás. Me encuentro a la vecina,  le suelto a #morretes en los brazos, le dejo al cuidado de #sobrinode8años y voy volando por el móvil para llamar al #cuñadomédico,  que, como es natural y para aumentar el drama, no coge el teléfono. Adiós a mis esperanzas de hacer una recuperación cardíaca tele-dirigida.

El vecino a todo esto, que al final es el prota de la historia,  está medio vivo, más por el ahogamiento producido por  su mujer que le abraza gritando que "no le va a soltar". De pronto, también sin avisar,  se estabiliza.

Llega una vecina médico "a ver qué puede hacer". Llegan no una, sino dos ambulancias; se pelean un poquito sobre de quién es el enfermo urgente y el que gana se lo lleva. Recupero a #morretes y a #sobrinode8años, que siguen con la vecina, quien aporta un nuevo dato a la historia: se dice, se comenta, que el accidentado se estaba ahogando con la dentadura postiza.
 
Lo importante de la historia. El quid de la cuestión. Lo que ha cambiado mi vida: mi sobrino se ha pasado el resto del día preguntando qué significaba la frase "¡que se ha quedado!". Creo que le voy a decir a #miMochuelo que como autor de la frase se lo explique él mismo.
 
Pd. Para los curiosos, en realidad al vecino le dio reacción alérgica el Nolotil. Lo sé porque se lo encontró a la mañana siguiente tan ancho #miMochuelo. Y porque durante una semana, cada vez que se lo encontraba, le decía: "¿usted es el señor que me salvó?". Y yo me acuerdo de #miMochuelo en bañador corriendo por la urba y gritando "¡que se ha quedado!", y lo de "señor" me hace gracia...

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