Vacaciones. Fauna iBARica

Hoy empieza el puente de mayo y #Mimochuelo y yo, imbuídos en el optimismo máximo decidimos que, encomendándonos a todos los dioses del Olimpo, nos vamos un viernes a la playa en lugar del sábado por la mañana.  Nosotros y otros 3 millones de madrileños. "Es que así mañana nos levantamos directamente allí" le digo llena de optimismo a mi madre por teléfono. Sí claro, mañana nos levantaremos allí, pero del coche, porque vamos a ritmo procesión de Sevilla con saeta y todo.  La saeta la aporta #morretes, que debe ser que prefería salir el sábado y ha decidido demostrarnos su disconformidad a berrido limpio. Como soy una madre muy práctica (eufemismo) le callo a base de Chips Ahoy...
Estando en estas, decidimos parar a ver si quiere cenar y dormirse. Ya os he dicho que nos hemos levantado optimistas hoy en villa SinNataGracias..
Así que paramos en un bar de carretera en Villares del Saz y de pronto entramos de lleno en una dimensión paralela. No sabemos si estamos en el rodaje de Torrente 6 o en una coproducción de Alex de la Iglesia y Pedro Almodovar, pero parecía imposible tal variedad de fauna en un pueblo de 485 habitantes... pero si son casi los mismos que viven en mi urbanización...
  • Regentando el local, un señor con un ojo inyectado en sangre. Muy majo al estilo castellano: "sí", "no", "¿el bocadillo es para ti?" Y poco más.
  • En la barra, un señor sordo en animada conversación con un vecino. Yo no soy experta en lengua de signos, pero por los espavientos debía hablar un dialecto exageraó. 
  • En la esquina, la extraña pareja. Él, un señor de unos 60 años vestido con polo estilo "vacaciones en el mar". Ella, fingiendo 40 pero calzando más, debía estar tomando algo antes de marchar para la Joy Eslava. 
  • En la única mesa ocupada, el patriarca. Caballero de piel requetecurtida cenando mientras ve película del oeste. Para acompañar los callos he contado en la mesa 2 cervezas, una botella de agua, 1 cafe y un copazo. Tenía sed el señor.
  • Para completar el cuadro, morretes y yo comenzamos una lucha a brazo partido por defender nuestros objetivos. Los míos se reducen a que coma algo diferente a Chips Ahoy a ver si me libro del infierno de las malasmadres. Los suyos pasan de "beberme el café de papá" a "el aquarius solo lo quiero de la lata porque los vasos me dan alergia" pasando por "la tortilla francesa ya si eso te la comes tú" y "por cada cucharada de yogur que intentes darme voy a proferir un alarido ensordecedor". Todo muy bucólico. 

Estando en esas empiezan a entrar adolescentes fornidas en grupos de 5. Fornidas al estilo "te arreo una leche y te visto de torero".  Leo en sus camisetas "Federacion madrileña de rugby femenino".  Claro, tiene lógica.
Cuando el equipo logra vaciar las vejigas de todas ellas (¿pero cuántas chicas hay en un equipo de rugby?) entra el componente racial del día. Un grupo de 5 indios. No los de la peli del Oeste que está viendo el patriarca. Indios de los de la India, las vacas sagradas y tal. (Suena a tópico pero es por ser concreta con el tipo de indios...) 5 indios. 5. En Villares del Saz...
Al salir del pueblo #mimochuelo comenta, "madre mía, solo falta el tractor".
Y como en las buenas películas, acabamos de cruzarnos un tractor tamaño xxl...

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