Carta de amor. Hermanos de vida

Amigo, amiga,

Sé que esta es una carta rara, pero no podría ofrecerte nada más viniendo de nosotros. Somos raros porque lo que nos une es diferente y único. No creo que haya amistades de otra manera. 

****

No tienes nada de mi ADN. De hecho, a veces desearía tu genética. 
En ocasiones, no te aguanto. Pero aunque nada me obliga a seguir a tu lado, aquí sigo. 
Posiblemente tú tampoco me soportes a mí a veces. Pero no me lo dices.  
Nuestra relación es libre. Podemos romperla sin impedimentos morales ni de sangre. 

****
Puede que esperes que te diga que te quiero, pero... no voy a hacerlo. No. Porque ya lo sabes. Porque a veces no me sale decir esas palabras, qué le voy a hacer. Porque hay muchas otras cosas importantes que también quiero decirte. 

****
No sé si eres perfecto, pero la verdad es que tampoco me lo planteo. 
De hecho, puede que fueras el amigo perfecto cuando te conocí, pero ya no importa, porque has cambiado con los años. Como yo. 
Y aunque sigues siendo el mismo de entonces, hay cosas en que eres diferente. 
Pero yo te elegí y por el momento, te sigo eligiendo. Con tus nuevas manías, preocupaciones, acompañantes, ideas...

****
Y en realidad, lo más importante es el lugar que ocupas.
Y que cuando lloras, me preocupa. Porque no quiero que seas infeliz. 
Y que cuando veo tus ojos felices, los míos se llenan de lágrimas. 
Y que tus hijos son una alegría para mí, porque nacen de alguien a quien quiero. 
Y que cuento tus logros a mis padres porque saben que importas en mi vida. 

****
Porque la vida te da padres, hermanos, abuelos, tíos, sobrinos... y un montón de desconocidos. 

Y nosotros elegimos entre ellos a nuestros amigos. 
A los de verdad. 
A los hermanos de vida. 

Trenzas, Mujeres, Amigos, Niña, Cabello, Humana
Imagen de Pixabay

Comentarios